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Es fácil descartar los problemas de salud mental como “todo está en tu cabeza”. Eso es injusto, también contraproducente e incluso peligroso.
1. La enfermedad mental no es real
Debido a que las cicatrices que deja una enfermedad mental son invisibles desde el exterior, muchas personas cuestionan la legitimidad de los trastornos de salud mental.
“Esto no solo es un mito, sino que es realmente insultante y degradante para las personas con estas afecciones”, dice Debbie Plotnick, vicepresidenta de salud mental y defensa de los sistemas en Mental Health America.
Las enfermedades mentales son condiciones reales que merecen ser tomadas en serio, y dudar de su validez supone que las personas que padecen estos trastornos están fingiendo, haciéndoles sentir vergüenza de su condición y posiblemente impidiéndoles obtener la ayuda que necesitan.
2. Nadie que yo conozca lucha con su salud mental
Las afecciones de salud mental son mucho más comunes de lo que imaginas, y es probable que conozcas a alguien que esté lidiando con una.
Mentalhealth.gov estima que 1 de cada 5 adultos estadounidenses ha sufrido un problema de salud mental y 1 de cada 25 adultos ha experimentado una enfermedad mental grave, como esquizofrenia o trastorno bipolar.
Además, la depresión cobra más de 41,000 vidas cada año, como la principal causa de suicidio. Estas impactantes estadísticas demuestran que es hora de comprender la urgencia del problema.
3. Los niños no experimentan problemas de salud mental
Mucha gente no cree que los niños puedan sufrir problemas de salud mental, pero Plotnick explica que esto es completamente falso. De hecho, se estima que el 50 por ciento de todas las enfermedades mentales comienzan a los 14 años, aunque muchas de ellas tardan años en ser diagnosticadas.
Aproximadamente el 16.5 por ciento de las personas menores de 18 años en los Estados Unidos están lidiando con un trastorno de salud mental en un momento dado. Estas estadísticas hablan por sí solas: la salud mental afecta a todos, de todas las edades.
4. El tratamiento no funciona
Algunas personas creen que los diversos tratamientos para los trastornos de salud mental (medicamentos, terapia y más) son ineficaces o inútiles. Sin embargo, Plotnick dice que estos tratamientos son increíblemente efectivos y exitosos, especialmente cuando un paciente comienza el tratamiento en las primeras etapas de su enfermedad.
El tratamiento varía mucho de una persona a otra; está lejos de ser una solución única para todos, pero la gran variedad de opciones disponibles significa que todos deberían poder encontrar alguna terapia que los ayude a sentirse mejor.
5. Debes esperar para tratar tu afección
Las personas afectadas por enfermedades mentales a menudo dudan en recibir tratamiento, por temor a no estar “lo suficientemente mal” o que los medicamentos o la terapia no funcionen. Sin embargo, Plotnick dice que esta es la mentalidad completamente incorrecta.
Cuanto antes puedas tratar la enfermedad, es más probable que puedas deshacerte de ella con mayor rapidez y éxito.
Según Mental Health First Aid Colorado, el momento más eficaz para comenzar el tratamiento es entre los 12 y los 17 años, antes de que la persona se haya enfrentado a un “episodio psicótico grave”.
Si lo hace, es cada vez más probable que la persona nunca pase por uno de estos incidentes graves, lo que facilita el manejo de su enfermedad.
6. Las enfermedades mentales son causadas por problemas personales
La enfermedad mental no es culpa de nadie. Le puede pasar a cualquiera, sin importar su edad, género, raza o clase económica, y nadie debe sentirse culpable ni avergonzado.
Decir que la condición de salud mental de alguien es causada por su propia debilidad personal coloca la culpa en la víctima, lo que solo hace que se sienta aún peor.
En lugar de culpar a la persona que lucha contra la enfermedad mental, comprende que estas afecciones pueden ser causadas por una multitud de factores, como la genética, una mala alimentación o cambios sustanciales en la vida.
7. Las personas con problemas de salud mental no deberían decirlo
Debido al estigma negativo que rodea a la salud mental, muchas personas piensan que lo mejor es ocultar su condición y evitar hablar de ella. Sin embargo, Plotnick dice que la única forma de eliminar este estigma es discutir abiertamente la realidad de la enfermedad mental y aceptar abiertamente que tenerla no reduce tu autoestima.
La salud mental no es nada de qué avergonzarse.
8. Las personas con enfermedades mentales son violentas
Existe un estereotipo generalizado de que las personas con enfermedades mentales son excesivamente violentas y agresivas, pero los datos demuestran lo contrario. Según Mental Health America, aproximadamente del 95 al 97 por ciento de los delitos violentos son cometidos por personas sin un trastorno de salud mental.
Mas bien, Plotnick dice que la mayoría de las personas con enfermedades mentales nunca se comportan de manera violenta, sino que terminan siendo víctimas de la violencia a un ritmo desproporcionado.
Mentalhealth.gov confirma que quienes sufren un problema grave de salud mental tienen 10 veces más probabilidades de experimentar violencia de primera mano.
9. No se pueden prevenir las enfermedades mentales
Como ocurre con cualquier problema de salud, las enfermedades mentales pueden surgir inesperadamente y afectar a cualquier persona, independientemente de sus factores de riesgo.
Sin embargo, Plotnick dice que hay innumerables formas de reducir enormemente el riesgo de desarrollar una condición de salud mental, comenzando cuando eres joven y continuando hasta la edad adulta.
Según Mayo Clinic, uno de los pasos más importantes para prevenir las enfermedades mentales es realizar un seguimiento de cerca de tu salud, estar atento a cualquier signo y síntoma de enfermedad mental y visitar el consultorio del médico para los chequeos de rutina.
Llevar un estilo de vida saludable (dormir lo suficiente, comer bien y hacer ejercicio con regularidad) también puede reducir el riesgo de sufrir una enfermedad mental.
10. La culpa es la mala crianza de los hijos
Cuando un niño comienza a mostrar signos de una enfermedad mental, muchas personas se apresuran a culpar a los padres por poner a su hijo en esa situación.
Plotnick argumenta en contra de esta caracterización, explicando que las familias suelen ser una de las fuentes más sólidas de apoyo para un niño que lucha contra una afección de salud mental y, a menudo, son las primeras en darse cuenta de que algo anda mal.
Un trauma en la familia, como una muerte o un divorcio, ciertamente puede aumentar el riesgo de que un niño desarrolle una enfermedad mental, pero esto no es un resultado directo de los métodos de crianza de uno.
Autor: Abbey Schubert