Educación Para Adultos Mayores: Una Excelente Decisión


Mtro. José Guillermo Hernández Rivero

La educación es muy importante desde el punto de vista individual y social. Difícilmente alguien se atrevería a contradecir esto. Sin embargo, debido a estereotipos o creencias que se transmiten generacionalmente, se ha establecido que la educación es para los niños y jóvenes, suponiendo que los adultos y los mayores ya no requieren ni necesitan ser educados.

Es por ello que el enfoque del artículo se dirige a demostrar que la educación en los adultos no solo es necesaria sino fundamental para mantener la calidad de vida persona.

La educación es el proceso de transmisión de conocimientos generacionales acumulados por la humanidad para el desarrollo de la consciencia personal y social.

La información que se recibe por medio de las diferentes formas de educación ya sea formal (por medio de las escuelas) o informal (por medio de las experiencias y el auto didactismo) facilitan los procesos de  aprendizaje, los cuáles son muy importantes porque desarrollan  la memoria.

La creencia de que la escuela o la educación es solo  para los niños está cada vez más superado y se reconoce su valor e importancia actualmente.

Es por ello que se habla de educación para la vida.

Las personas cambian para bien o se transforman para evolucionar en la medida en que adquieren información, y al asimilarla por medio de la educación  se convierten en contenidos, conocimientos y aprendizajes que permiten a cada persona comprender las manifestaciones de la naturaleza o sus fenómenos, la actividad de los seres humanos o los hechos sociales y poder reflexionar sobre los enigmas de la vida que plantea la filosofía con cada una de sus disciplinas.

Es por ello que la educación es muy importante por los cambios positivos que genera.

Pero algo maravilloso también sucede con el aprendizaje. Las personas se transforman y le ayudan a su mente y cuerpo a adaptarse a las nuevas condiciones de la vida expresadas por los cambios científicos, tecnológicos y culturales permitiendo el desarrollo de inteligencia personal y social.

Así que la educación debe ser aceptada por los mayores como oportunidades para mantenerse actualizados y activos en las circunstancias de la vida, ya sea para trabajar, pensar bien, comunicarse mejor, convivir armónicamente y ser positivos y mejores cada día.

Conclusión
  • La educación es un proceso continuo, permanente y necesario para toda la vida.
  • La educación puede adquirirse inscribiéndose en algún centro educativo según el nivel en el que se encuentre cada persona.
  • Existen escuelas y universidades que ya están desarrollando planes y programas de estudio para las personas mayores de acuerdo a la diversidad de necesidades e intereses.
  • Nunca es tarde para aprender y siempre nuestra mente está funcionando para tomar decisiones y manifestarnos en la vida.
  • Las personas mayores que deciden estudiar se rejuvenecen porque el conocimiento los transforma, volviéndolos más optimistas, ágiles para pensar y alegres.
  • Una forma de hacer gimnasia para el cerebro es estudiando.

Finalmente les comparto, que  me he dedicado a la docencia universitaria por muchos años y he podido comprobar los cambios maravillosos que produce la educación porque he tenido alumnos que se meten a estudiar una licenciatura y se integran a grupos de jóvenes que se adaptan y conviven adecuadamente con los adultos mayores.

Y al respecto recuerdo la experiencia de la alumna Lupita X que decidió inscribirse y  estudiar la licenciatura en Derecho cuando tenía 75 años y después de haberse encontrado en estado depresivo durante varios meses debido a la muerte de su esposo.

Su hijo y nietos le aconsejaron que se metiera a estudiar ya que uno de sus sueños de ella era estudiar una carrera universitaria y debido a que su esposo había sido abogado y su hijo también, sintió que estaba en un terreno familiar.

Durante tres años asistió a clases escolarizadas superando los retos impuestos por cada docente y materia pudiendo constatar los cambios maravillosos que se produjeron en ésta mujer: aumento de su autoestima, su agilidad mental, y se quitó las creencias erróneas que la limitaban para continuar estudiando además de que sus compañeros con edades entre 18 y 25 años se adaptaron a ella y ella a ellos lo que la rejuveneció increíblemente.

Finalmente terminó su carrera a los 78 años y en la fiesta de graduación ella dictó un discurso en el que explicaba cómo el haber estudiado una licenciatura había sido una  decisión muy importante en su etapa de adulto mayor en la que solo dejaba ir  su vida sin sentido y preparándose para morir.

Hasta la fecha a sus 86 años es litigante y colabora en un despacho de abogados con su hijo, sintiéndose útil, con capacidad de  generar  ingresos  y menciona que se siente saludable física, intelectual y espiritualmente.

Me despido deseando que se den la oportunidad de seguir estudiando ya sea de manera formal o informal para mantenerse actualizados pero sobre todo plenamente vivos y felices.

Me despido con una frase de una extraordinaria mujer italiana que hasta los 103 años se mantuvo activa y obtuvo el Premio Nobel de Medicina. Rita Levi Montancini.

“Podré tener más arrugas en mi cuerpo pero mi mente no se arruga”

Con amor para ustedes.

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