Sociólogo Guillermo Hernández
“La vejez no es el ocaso de la vida sino el comienzo de la mejor etapa de nuestra vida”
Vayamos pues a la explicación. El trabajo es generador de riqueza y factor de desarrollo personal y colectivo. Los países desarrollados han logrado altos niveles de productividad basados en el desarrollo de tecnologías y la organización social eficiente del trabajo.
Cuando una persona es parte de una empresa u organización pública como empleado y asalariado, está acostumbrada a percibir de forma regular y continua un ingreso que le permite cubrir sus necesidades de forma austera o abundante según sea el caso.
Así que al paso de los años adquiere por medio del trabajo cierta estabilidad traducida en seguridad social, reconocimiento, prestigio social, ingreso estable, relaciones humanas, conocimientos y estatus o posición social.
Cuando una persona se retira del trabajo no significa que dejará de trabajar o que se dedicará solo a descansar para convertirse en parásito. Y para lograrlo se deben mantener estrategias y enfoques de vida planificada que nos permita seguir siendo útiles, positivos y productivos de acuerdo a nuestras posibilidades pero recordando en nunca dejar de trabajar en algo que disfrutemos.
Desarrollo
Cuando las personas llegan a la edad de 60 años o más, se plantean la posibilidad de decidir retirarse del trabajo de forma voluntaria o involuntaria según sea el caso. Y esa decisión provocará cambios importantes que pueden ser muy bruscos por ser tan rápidos y en lugar de obtener beneficios en la calidad de vida se perciba que hubo pérdidas y daños que provocan deterioro en la salud física y mental.
Es curioso que la palabra jubilación proviene de la palabra jubilar que tiene varios significados. En su sentido positivo es el de llenarse de alegría o mantener un estado de ánimo optimista y feliz.
En el sentido opuesto se toma como retirar o desechar algo que ya no sirve porque se ha vuelto obsoleto y por ello no puede seguirse utilizando.
Si viéramos el sentido positivo de la palabra estaríamos felices por jubilarnos porque dentro de los cambios esperados se contemplan mayor tiempo libre, relajamiento, descanso físico y mental, tranquilidad, seguridad, oportunidad de atender nuestra salud, aprender nuevas cosas de la vida, viajar y conocer personas y lugares, practicar pasatiempos y aficiones, actividades artísticas y deportivas que en conjunto se sientan como bienestar personal. Y todo esto es motivo de júbilo.
Pero si nos quedamos el significado negativo se define la jubilación como desechar algo que no sirve, retirarse del trabajo para “descansar”, envejecer, eliminar algo porque ya es inútil.
Y esto es causa frecuente del por qué se asocia la jubilación como una mezcla de temores y creencias erróneas que provocan baja estima personal, pesimismo y desolación.
Es importante resaltar, que la jubilación es un estado o etapa en la vida de las personas, que nos llega, estemos preparados o no, y que debemos aprovechar al máximo resaltando todo lo positivo. Y para lograrlo, se deberán reformular creencias, hábitos y valores para darle un sentido creativo, realista y constructivo a la vida personal y colectiva en general.
El plan es un instrumento muy importante que nos permite ver qué se quiere, cómo se quiere, cuándo se quiere y dónde se quiere obtener y disfrutar algo después de haberse elaborado.
El Plan de Vida es un organizador de nuestras metas, del tiempo y los recursos necesarios que vamos a invertir, para lograr aquello que nos propongamos.
Cuando llega el momento de la jubilación es necesario tener un plan de vida que nos permita adaptarnos rápidamente y comenzar a disfrutar plenamente, los años que vamos a vivir.
En la parte económica es reorganizar los recursos que se tengan e invertirlos con inteligencia conforme al plan de vida, para mantener estabilidad y tranquilidad evitando la escasez.
No es gastar para derrochar sino gastar para disfrutar y beneficiar a nuestros seres queridos de forma racional. Recordemos que rico no es aquella persona que tiene mucho dinero para comprar lo que quiera sino que el rico es la persona que disfruta plenamente lo que tiene. Recordando que en la vida no necesitamos de tantas cosas sino de lo esencial o necesario y eso no se compra con dinero.
Conclusión
Jubilarse no es retirarse para “ya no hacer nada”. Jubilarse no es envejecer y morir en el abandono. Tampoco es arrumbarse como si fuera uno un tiliche.
Jubilarse es empezar una nueva etapa que nos permita aprovechar y disfrutar nuestros recursos, conocimientos y experiencias de la mejor forma posible.
La vida nos depara muchos momentos interesantes y maravillosas que podremos disfrutar si aceptamos que todo en la vida es cambio y que al tomar la decisión de jubilarnos no es dejarnos caer en la tristeza y amargura. Conectarnos con grupos de jubilados, profesionales de la salud para aprender nuevas experiencias, inscribirnos a cursos, estudiar alguna nueva carrera, poner un negocio o una gran empresa. Lo importante es obtener el mayor provecho a nuestra nueva etapa de vida ahora como jubilados.
Con amor para ustedes.