Endulza El Día De Tu Adulto Mayor; ¡Encuentra La Música De Su Vida!


Fundación Pasqual Maragall

¡Música maestro! Vamos a endulzar la vida de tu familiar adulto mayor, te invitamos a crear la banda sonora de su vida. 

  1. Encuentra la música de su vida. Identifica aquellos temas que escuchó, bailó o cantó, busca entre sus discos, pregunta a familiares y piensa en qué momentos importantes hubo canciones que marcaron su vida, como viajes, escuela, trayectos en coche,  fiestas familiares, películas, conciertos…
  2. Comprueba si le relaja o le estimula. Probar la música es esencial. Siéntate junto a tu familiar adulto mayor en un sitio tranquilo y escuchen juntos cada tema. Eso confirmará qué efecto le produce. Observa bien y anota si le estimula positivamente (mueve alguna parte del cuerpo, te mira, canta, hace comentarios…) o le relaja (la expresión facial se relaja, te comenta que se siente relajada…).  Este proceso permite también identificar temas que puedan despertarle emociones no deseadas y anotarlos para no utilizarlos nunca, ni ahora ni en un futuro si otras personas le cuidan.  
  3. Crea la banda sonora. Puedes grabarlas en un CD, en un reproductor de mp3, llevarlas en el móvil y reproducir en cualquier lugar. Te sugerimos crear dos carpetas distintas: estimulante y relajante para ofrecerlas en momentos distintos. 
  4. Elige entre audífonos o bocinas.  Los audífonos le proporcionan una experiencia más íntima, deben ser cómodos y no le deben oprimir en exceso. Las bocinas serán útiles cuando quieras compartir, bailar y conversar con tu ser querido.  
  5. Encuentra el lugar ideal. Asegúrate de que esté cómodo, que el espacio sea tranquilo, sin ruidos, con luz natural y a una temperatura adecuada.
  6. Ajusta el volumen a su comodidad. Si la persona tiene problemas de audición y el volumen está muy bajo, aunque la música sea relajante, puede generarle ansiedad. Por otro lado, hay personas muy sensibles al ruido, a las que la música a cierto volumen puede molestarles. Para que la música surta el efecto deseado, el volumen tiene que ajustarse a la comodidad de la persona que la escucha. Pregúntale siempre, en cuanto suene la música, si está bien.
  7. Promueve sesiones de 20 o 30 minutos. Una persona con deterioro cognitivo ve limitada su capacidad de atención y su umbral del estrés es más bajo. Si la persona está escuchando su lista estimulante, puede que pasado ese tiempo deje de prestar atención a la música o incluso que se sobreestimule. Siempre hay que parar la música cuando todavía está haciendo efecto, y esto sucede durante 20 o 30 minutos. Los efectos pueden perdurar. Al cabo del día puedes ofrecerle más de una mini-sesión, si la persona la desea.

Comparte las mini-sesiones. Siéntate al lado de la persona y comparte la música con ella, es posible que la música le haga recordar o reflexionar y pueda estimular una conversación, o despertar las ganas de bailar juntos. Aprovecha el momento, puede ser muy placentero para los dos. Si la persona no usa ya el lenguaje, es posible que puedas acompañarla simplemente acercándote y ofreciéndole tus manos para estar juntas, o que inicie un canturreo o un movimiento al ritmo de la música.

Fuente: https://blog.fpmaragall.org/musicoterapia-alzheimer

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