Los Mitos Sobre el Consumo de Lácteos


A pesar de que existe mucha información referente a los beneficios a la salud de la leche y los lácteos, existen muchos mitos y mala información referente al consumo de los mismos.

La leche sus derivados constituyen un alimento que provee aminoácidos esenciales, biopéptidos, hidratos de carbono, vitaminas (Vitamina A, D, B12 y Riboflavina) así como minerales (calcio, fósforo, magnesio, potasio y zinc).

En esta sección presentamos 10 mitos comunes sobre el consumo de los lácteos, así como la evidencia científica relacionada:

1. El consumo de lácteos puede ocasionar aumento de peso.

Realidad

El aumento de peso ocurre cuando se consume un número mayor de calorías de las que el cuerpo necesita para llevar a cabo sus funciones y actividades diarias. Contrario a este mito, la evidencia científica ha llegado a sugerir que el incluir tres porciones de productos lácteos bajos en grasa, al ser consumidos en una dieta controlada en energía, puede ayudar a lograr una disminución mayor en la pérdida de peso. Los estudios clínicos también han mostrado una fuerte correlación entre un aumento en la ingestión de calcio con una disminución del peso corporal, porcentaje de grasa corporal y circunferencia de cintura.

El consumo de productos lácteos se ha asociado con el mantenimiento de peso y una composición corporal magra, estos beneficios se han atribuido a la presencia del Calcio.

Se ha visto que el tener un mayor consumo de productos lácteos podría ser un factor importante en la prevención del aumento de peso en mujeres de edad media y avanzada, que inicialmente tenían un peso considerado normal.

La proteína tiene el potencial de jugar un rol clave en varios aspectos de la regulación del peso corporal, y la evidencia sugiere que un aumento moderado de ingestión de proteína en asociación con actividad física.

Existe una asociación positiva entre el consumo de productos lácteos y el mantenimiento de un peso corporal saludable.

2. Las personas con intolerancia a la lactosa deben de evitar por completo el consumo de lácteos

Realidad

En primer lugar es importante diferenciar que intolerancia a la lactosa y alergia a la proteína de la leche son dos cosas muy diferentes: La alergia es poco común en adultos y puede manifestarse como ronchas o sarpullido, dificultad para respirar, hinchazón de lengua y labios, etc., mientras que la intolerancia se trata de una incapacidad a digerir la lactosa y sus síntomas son gastrointestinales: gases, diarrea o inflamación y son pasajeros. Por lo general muchos intolerantes a la lactosa puede beber hasta una taza de leche al día sin presentar problemas.

Mientras que una persona con alergia a la proteína de la leche deberá abstenerse del consumo de cualquier tipo de lácteo, para el caso de la intolerancia o mala digestión de lactosa hay alternativas para mantener el la dieta las cualidades nutricias de los lácteos.

Con el proceso de deslactosado de la leche se hidroliza una gran mayoría de la lactosa, con lo cual tiende a ser muy bien tolerada. En el yogurt, con la fermentación se reduce alrededor de un 30% de la lactosa y se ha visto que a lactasa bacterial continúa actuando en la digestión terminando de hidrolizar una gran parte de la lactosa. Y por la parte de los quesos debido a que en el proceso se reduce variablemente el contenido de suero de leche (que es donde está la lactosa) tiende a ser mejor tolerado. Los quesos frescos tienen mayor contenido de suero que los quesos madurados cuyo contenido de lactosa ya es prácticamente nulo.

También se puede administrar lactasa por vía oral junto con los lácteos, de modo que disminuyan los síntomas de la intolerancia.

3. Si tomas suplementos de calcio, no necesitas tomar leche/lácteos.

Realidad

La leche no es únicamente fuente de calcio, sino también de otros nutrimentos como proteína de alta calidad, vitaminas A, D B12, Riboflavina, minerales como el zinc, potasio y magnesio. Los lácteos fermentados como el yogurt, son también una excelente fuente de pro bióticos y prebióticos, importantes para la salud gastrointestinal.

El contenido y biodisponibilidad del Calcio presente de manera natural en la leche es elevado. Se ha identificado que el Calcio proveniente de los lácteos se absorbe con mayor facilidad que el que se encuentra en otras fuentes como leguminosas, cereales, verduras y oleaginosas. Haron H et al concluyó que se necesitan 4 porciones de 206 g de tempeh (soya fermentada) para obtener el Calcio contenido en 120 ml de leche de vaca.

La alta biodisponibilidad del Calcio en la leche se debe primordialmente a la presencia de tres componentes importantes de la leche:

– Vitamina D

– Lactosa

– Fosfo-péptidos presentes en la caseína

 4. La leche procesada está contaminada por antibióticos.

Realidad

La normatividad oficial (NORMA Oficial Mexicana NOM-243-SSA1-2010) como las especificaciones exigidas por las plantas procesadoras de leche establecen que la leche no debe tener presencia de antibióticos, y para ello han obligado al productor a tomar medidas estrictas para evitar la presencia de sustancias indeseables en la leche.

El rol de los veterinarios y nutriólogos en los establos es mantener a vacas sanas, con un sistema inmune óptimo que permita prevenir al máximo las enfermedades y por ende el uso de antibióticos.

Los veterinarios ayudan a los productores en los establos a administrar antibióticos de manera efectiva y únicamente cuando son requeridos para curar alguna enfermedad en la vaca, y cuando llega a darse el caso de que una vaca es tratada con antibióticos, la leche de esa vaca es desechada durante y algunos días posterior al tratamiento hasta que los análisis muestran que la leche es completamente libre de cualquier residuo. Los antibióticos no son utilizados de manera rutinaria en las vacas lecheras o añadidos a sus alimentos o agua, y se siguen estrictos protocolos de control.

5. Los humanos no están diseñados para tomar leche de vaca, la leche de vaca es para los becerros únicamente.

Realidad

Los humanos están diseñados para comer plantas y productos animales como la carne y los lácteos. La domesticación del ganado (así como el consumo de leche y lácteos) data del año 6000 AC.

Estamos equipados con lactasa que ayuda a la digestión de la leche de vaca. Consecuentemente, los humanos han disfrutado el consumo de productos lácteos por muchos siglos.

A diferencia de muchas otras especies que tienen capacidad de producir vitaminas por sí mismos, los humanos requieren obtenerlas a partir de la alimentación.

A lo largo del tiempo los humanos han desarrollado un gran conocimiento científico sobre las características que debe tener la dieta para contribuir a una buena salud y nutrición,. Evidentemente, los lácteos forman parte de dichas pautas dietéticas a lo largo del mundo (ver recomendaciones de grupos nacionales e internacionales – liga).

A lo largo del tiempo, se han domesticado especies tanto animales como vegetales para poder tener sistemas que den alimentos para la civilización actual.

6. Existen otras fuentes vegetales de calcio que son tan buenas como la leche, por ejemplo, la espinaca o la lechada de soya.

Realidad

Hay más calcio en una taza de leche que el que hay en 16 tazas de espinaca. Tendríamos que consumir más de 48 tazas de espinaca para poder llegar a cubrir los requerimientos diarios de calcio. (USDA, 2010). Adicionalmente, la leche contiene, además de otras vitaminas y minerales, adición de Vitamina D, que aumenta la absorción de Calcio.

Diversos estudios, como el de Heaney han concluido que las bebidas de soya fortificadas con Calcio, no son una fuente de Calcio comparable a la leche de vaca. Los resultados de este estudio en específico, muestran una absorción de Calcio 25% menor en las bebidas de soya en comparación con la leche.

Fuente: Instituto Lala

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