Plan De Alimentación Para La Diabetes Tipo 2

NATALIA RAMOS
NATALIA RAMOS

M.N.A. Valerie Cadena Camacho

La alimentación se considera como una de las 7 conductas del auto cuidado que debe llevar una persona que vive con diabetes, de hecho, ocupa el sitio número 1 de estos 7 comportamientos que se deben realizar diariamente; de ahí su importancia en el control de la glucosa en sangre, ya que en muchas situaciones, el tan sólo cambiar el estilo de vida, es decir, cuidar la alimentación y hacer ejercicio, puede ser suficiente como tratamiento y control en la Diabetes, sin embargo en algunos casos o con el tiempo, puede ser necesario el uso de medicamentos y/o de insulina también.

Todos debemos tener un plan de alimentación personalizado, de acuerdo con nuestros gustos, disponibilidad de alimentos, género, edad, actividad física, entre otras tantas características, pero en este artículo trataremos las generalidades de la alimentación de una persona que vive con diabetes.

La dieta idealmente se debe dividir en 4 o 5 tiempos de comida durante todo el día, es decir, en 3 comidas fuertes, o sea desayuno, comida, cena y de una a dos colaciones intermedias, ésta(s), puede(n) incluirse un par de horas antes de la comida y/o de la cena. De esta manera, se puede distribuir mejor la concentración de azúcar en el día, y así se evita tener picos altos y bajos de glucosa en sangre.

Cada comida fuerte, o sea el desayuno, comida o cena, deberá incluir los tres grupos de alimentos, que son los siguientes: 1. Verduras y Frutas, 2 Cereales y Tubérculos y 3 Productos de origen animal o Leguminosas, al incluirse los tres grupos se considera una dieta completa.

Debe quedar muy claro, cuáles son los alimentos que contienen azúcar, porque estos, van a necesitar de insulina para su metabolismo, y por consecuencia, son los que más influyen en la concentración de glucosa en sangre. Las verduras, frutas, cereales, tubérculos, leguminosas y lácteos (específicamente leche y yogurt) contienen hidratos de carbono, que son moléculas que, al finalizar su digestión, se convierten en azúcar o glucosa.

Es muy importante considerar que no todos los hidratos de carbono tienen la misma cantidad de azúcar o se absorban con la misma rapidez. Los cereales integrales como la avena y la tortilla, tienen menos azúcar y al contener más fibra, se absorben más lento y no generan picos de glucosa si se consumen de forma moderada.

Los azúcares simples son los dulces, la miel, los jugos, los refrescos, la mermelada; y las harinas refinadas, como, por ejemplo, el arroz, la pasta, las galletas, los pasteles, todos estos alimentos mencionados son de origen muy altos en azúcar y que finalizando su digestión se absorben muy rápido convirtiéndose en una elevación de glucosa en sangre, y es por esta razón que estos alimentos se deberán evitar o usarlos con poca frecuencia.

Las verduras contienen muy poca azúcar, tienen mucha fibra y se absorben lento, por ello se sugiere comer mucho de estos alimentos, de preferencia, las que se puedan comer frescas y crudas será mejor. Al cocer las verduras concentran un poco más su contenido de azúcar por lo que se sugiere comer alrededor de una taza si se cocinan así, y finalmente se deben evitar en jugo, porque aumentan aún más su concentración de azúcar y de sal. La fruta contiene todavía más azúcar que las verduras. Las frutas se deben masticar y no beber en jugos, y las que se puedan comer con cáscara como la manzana y durazno será mejor y los cítricos como las naranjas o mandarinas, se deben comerlas con todo y gajos, ya que la fibra de las frutas retardará la absorción de azúcar.

En cuanto el consumo de la leche y del yogurt, deben preferirse descremadas o light y evitar los que contienen azúcar añadida.

Las personas que viven con diabetes, deben intentar mantener el “colesterol bueno” en valores adecuados, por ello se sugiere preferir el consumo de aguacate, aceites vegetales, con excepción del coco y derivados, y así como preferir el consumo de oleaginosas, es decir, los cacahuates, las almendras, las nueces, las pepitas, etc. Por el contrario, debe cuidarse el consumo de grasas saturadas, porque son las que pueden elevar el “colesterol malo”. Se debe preferir el consumo de pescado o mariscos.

El cerdo es recomendable consumirlo en filete lomo o maciza. El pollo se deberá ingerir sin piel. Habrá que preferir los quesos frescos como el panela o el requesón. Se debe consumir la carne de res sin grasa, como, el bistec o el filete. Hay que procurar evitar las alitas de pollo, el chicharrón, el cuerito de cerdo, los quesos madurados y los cortes de carne de res, como la costilla, el bife de chorizo, la arrachera. Otros alimentos muy altos en grasa saturada y por lo que deben evitarse, son el chorizo, la longaniza, la crema y la mantequilla.

Finalmente, para no ingerir un exceso de energía (Kilocalorías) en la dieta, habrá que cocinar lo menos posible los alimentos fritos, capeados o empanizados, prefiriendo usar los asados, los guisados en caldillo de jitomate o tomate, o cocinar al vapor o favorecer el uso de parrilla y horno.

Con todos los conceptos anteriores, a continuación, se detalla un ejemplo de un menú para un día que cumple con todas las recomendaciones enunciadas.

Desayuno:

Licuado de leche descremada con fresas

2 huevitos con champiñones + 1 tortilla de maíz + 2 cucharadas de aguacate

Colación matutina:

1 tuna + 10 almendras

Comida:

Sopa de espinacas

Maciza de cerdo con verdolagas + 1 flanera (o ½ taza) de frijoles + 2 tortillas de maíz + 4 cucharadas de aguacate

Postre: 1 durazno picado con 2 cucharadas de yogurt light

Colación vespertina:

1 taza de pepinos con limón y tajín+ 1 taza de palomitas

Cena:

1 vaso de leche light con 4 cucharas de avena + 1 cucharadita de nuez picada

Nopales a la mexicana con cuadritos de queso panela

La alimentación sana es la herramienta más importante en el auto cuidado de la diabetes; de ella dependerá primordialmente, el mantener una glucosa adecuada en sangre y así poder conservar la salud y prevenir complicaciones a largo plazo.

Para conseguir un plan personalizado, lo ideal es acudir a un especialista en nutrición, sin embargo, todas las indicaciones comentadas en este artículo pueden servir de guía para comenzar a mejorar los hábitos alimenticios diariamente y así lograr una mejor calidad de vida.

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