Adriana Hernández
Psicóloga, Tanatóloga y Psicoterapeuta Gestalt
Heridas del alma es una teoría desarrollada por Lise Bourbeau, una escritora canadiense que se inspiró en las investigaciones de John Pierrakos. Este psiquiatra americano retoma la parte de los miedos y traumas que no se pudieron asimilar en la infancia.
Estas heridas del alma están presentes en todas las personas, cuando se repiten patrones dolorosos y situaciones de conflicto que impactan a lo largo de la vida.
Bourbeau propone que todos llevamos dentro a un niño herido que fue creciendo y encontrando dificultades que le generaron traumas.
Se identifican 5 “heridas” principales:
1. Rechazo
Esta es una de las heridas mas profundas pues la persona no fue aceptada y reconocida por los padres. Siente que no tiene derecho a existir. Autores refieren que desde el embarazo el bebé comienza a sentir esta herida y consecuentemente presenta conductas de rechazo a sí misma, se siente inútil, sin valor, se aísla del mundo físico y evita el contacto personal.
2. Abandono
Personas que fueron abandonadas cuando más atención necesitaban de sus padres, principalmente del sexo opuesto o personas significativas en su vida. El abandono pudo haber sido en forma física, emocional o económica. Generaron que se sintiera solo o desolado, sin apoyo, sin afecto, triste, dependiente, insuficiente, limitado y frustrado. En el futuro las personas querrán llamar la atención a toda costa, buscar protección, manipular para lograr lo que se propongan adoptando muchas veces el papel de víctima.
3. Traición
Las personas que presentan esta herida se agrava si la genera el padre del sexo opuesto, al no responder a sus expectativas, le ilusionó y no cumplió sus promesas. Por lo tanto en el futuro la persona se siente engañada, desconfiada, frustrada, con coraje y desconfianza. Tienden a ser controladores, esconden sus sentimientos, no hablan mucho, no se comprometen y son exigentes e intolerantes.
4. Humillación
Esta herida se genera por los padres o personas significativas que le reprimieron todo tipo de placer físico. Le hicieron sentir malo, inadecuado, avergonzado, expuesto por fuertes criticas. No desarrollan capacidad para defenderse, no saben poner límites, tienden a una fuerte represión de sus sentimientos y emociones.
5. Injusticia
Esta herida se genera con padres sobre todo del mismo sexo que en su trato fueron fríos y sin contacto afectivo, no pudieron satisfacer necesidades básicas, fueron autoritarios, manipuladores y abusadores. La persona siente mucho dolor y siente que no tiene derechos. Su comportamiento es perfeccionista, busca extralimitarse al grado que se vuelve insensible en muchas áreas de su vida.
Todas estas heridas pueden presentarse a nivel consciente o inconsciente. Dependerá mucho de cómo afecten la vida de una persona, para que reconozcan de la importancia de sanarlas.
Para sanar esas heridas se requiere voluntad. La base es identificar y aceptar las heridas, analizar cómo impactan su vida a través de un trabajo personal. En mi práctica, propongo algunas pautas para lograrlo, así como otras que se pueden ir trabajando en forma personal o con ayuda terapéutica.