Uno de mis artistas preferidos es Henry Toulouse Lautrec porque a través de sus carteles supo retratar la vida de las cortesanas dentro de los burdeles parisinos en el barrio de Montmartre, bailarinas de cancán y personajes de circo.
Según el Profesor Semir Zeki, neurobiólogo que trabaja en Londres dice, que cuando apreciamos obras de arte, la parte del cerebro que se estimula es la misma que cuando nos enamoramos.