Cuidados y Recomendaciones
Los factores que influyen para que una persona mayor deba recibir atención por parte de un cuidador son:
Físicos
- Asociados a la edad, deterioro del cuerpo por envejecer.
- Asociados a enfermedades o inmovilidad.
- Disminución de la visión y audición. Secuelas neurológicas.
- Por efectos secundarios de uno o varios medicamentos.
Psicológicos
- Depresión.
- Alteraciones de la memoria o de la conducta.
Sociales
- Escasos recursos económicos.
- Pobre red de apoyo familiar o social, por abandono.
- Barreras arquitectónicas.
Una persona mayor necesita cuidados y ayuda para:
- Realizar sus actividades diarias de la mejor manera posible.
- Mantener buen estado de salud y mejorar su calidad de vida.
- Tomar sus alimentos y medicinas.
- Asearse e ir al baño.
- Trasladarse de un lugar a otro. Socializar con los demás.
- Disfrutar de un descanso adecuado y dormir bien.
- Prevenir accidentes y caídas.
Los cuidados incluyen:
Supervisar o ayudar para que:
- Tomen los alimentos a sus horas y en cantidades adecuadas.
- Ingieran sus medicinas según las dosis y los horarios indicados por el médico.
- Practiquen los ejercicios recomendados por el médico.
- Se aseen adecuadamente.
Conforme con las indicaciones del médico, llevar un registro, por ejemplo, de:
- Su presión arterial.
- Su temperatura. Su frecuencia cardiaca.
- El nivel de glucosa en la sangre (si es necesario).
Observar e informar al médico y familiares los cambios que los adultos mayores muestren en:
- La piel.
- El comportamiento en general y en la conducta hacia sus familiares.
- Una mayor dificultad de sus movimientos.
Auxiliar a las personas mayores para que:
- Cuiden de sí mismos con la menor ayuda posible.
- Lleven una vida en condiciones lo más satisfactorias.
- Se sientan acompañados y socialicen con sus familiares y vecinos
Las enfermedades crónicas-degenerativas más frecuentes en las personas mayores son:
- Presión alta.
- Fallas de corazón.
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica.
- Bronquitis crónica.
- Tos crónica o falta de aire.
- Artritis o reumas.
- Osteoporosis o huesos débiles.
- Incontinencia urinaria (salida involuntaria de orina).
- Infecciones urinarias frecuentes.
- Problemas de próstata.
- Cáncer de próstata, mama o colón.
- Diabetes mellitus.
- Estreñimiento.
- Gastritis.
- Disminución de la visión.
- Disminución de la audición.
- Trombosis o Embolias.
- Parkinson y demencias.
Fuente: Instituto para la Atención de los Adultos Mayores de la Ciudad de México (IAAM)